jueves, 23 de agosto de 2012

Propòsito contra Pronòstico



Se veía gris la tarde, se podía sentir la fría brisa que amenazaba lluvia; los noticieros habían anunciado fuertes lluvias con tormenta, huracanes y hasta terremotos, las personas se angustiaban pero yo sinceramente estaba confiada que aunque la lluvia cayera tan fuerte que amenazara, nada de lo que habían pronosticado ocurriría en mi ciudad porque se encuentra dentro de las zonas menos propensas a terremotos, pero el pronóstico decía otra cosa.

Lejos del olor de la lluvia, aunque también pronosticaba tormentas estaba mi vida, presionada por una realidad muy notoria, diferente a lo que pacientemente esperaba, el propósito de mi vida dibujaba que viviría de bendición en bendición, que sería una empresaria exitosa; una fuerte predicadora de la palabra de Dios y que mis herederos se encontraban en los lomos de un descendiente de los vikingos; entre muchas otras promesas.... pero el pronóstico del tiempo de mi vida me había puesto frente a frente con mi realidad.


El pronóstico era muy desalentador, en vez de bendición veía problemas, la empresa exitosa tenia síntomas de colapsar sin haber llegado al éxito.... y qué decir de mi esperado matrimonio... parecía haberse construido solo en mi imaginación.... ¿ Dios donde estás? Solo preguntaba, la fría brisa de la lluvia se identificaba tanto con el débil latido de mi corazón, un Propósito se debatía en una lucha contra un pronóstico y mi frágil cuerpo, alma y espíritu se encontraban en medio de ese duelo de titanes. Parecía no estar dispuesta a querer superarlo, pero algo le dio alimento a mi espíritu y alguien que estuvo en la agonía de la lucha entre el propósito y el pronóstico me enseñó cual era el secreto de la victoria.


Mateo 27: 39-40 " Los que pasaban meneaban la cabeza y *blasfemaban contra él:

—Tú, que destruyes el *templo y en tres días lo reconstruyes, ¡sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz!"

Es el escenario donde Jesús fue crucificado, estaba siendo burlado por quienes en muchas ocasiones lo habían escuchado decir que era el hijo de Dios, pero en ese momento estaba sobre un cruz , clavado de manos y pies, sin tener evidencias de tener la fuerza para bajarse de ella, la promesa estaba escrita, moriría y sería sepultado, pero al tercer día resucitaría de los muertos...... aunque lo que estaba viviendo no evidenciaba vida, y todos esperaban ver espirar a Jesús, unos injustamente se alegrarían, otros "pocos" se acordarían con tristeza.

Una frase muy histórica "consumado es", puede ser objeto de muchas interpretaciones, en la historia de Jesús, para quienes esperaban en el pronóstico de su muerte, representaba el último suspiro de Jesús; pero para quienes esperaban en el Propósito de su muerte, esa frase representa la antesala de la victoria, y es muy irónico esto, ¿ como enfrentarse con una promesa intangible a la realidad indiscutible?, de algo que en un tiempo fue un "pronóstico" y que ahora era real.... ¡ allí se encontraba el secreto que me levantaría de mi lecho de agonía!

Se trata de vivir sobre la esperanza de lo que viene detrás de la muerte, detrás de la escases, detrás de la enfermedad, ¿qué hay detrás de cualquier circunstancia adversa?, el secreto está en perder el miedo sobre lo porvenir, con la plena seguridad de que lo que hoy vivimos es un proceso sin terminar, como un edificio en construcción del cual vemos lo desordenado e inconcluso de su obra, pero si miramos el plano que dibujó el arquitecto, conoceremos cual será su estructura final, ¡ese es el secreto ante una circunstancia de crucifixión!, donde la temible muerte está pronosticada, debemos ir al cajón secreto y buscar el plano donde está dibujado nuestro propósito.

Los que veían a Jesús tendido en una cruz, pudieron ver el significado físico de la muerte, que representa el punto final de nuestra vida. Pero aquellos que se tomaron la molestia de escucharle, de dejarse enseñar, de procurar conocer el Propósito de su recorrido en la tierra y de su esperada muerte, pudieron abrir sus ojos al significado espiritual de la muerte, que no es otra cosa que la sepultura de todo aquello que nos impide cumplir nuestro Propósito en Dios.

¡Qué alivio! entendí que todo lo adverso que ahora parecía mi vida, no era más que una obra inconclusa llena de materiales sin pulir.... y que el secreto estaba en grabar en mi corazón el plano de mi propósito en Dios hasta que no estuviera perfectamente edificada la obra final!

Cuando Jesús lo oyó, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella. Juan 11: 4

Te bendigo,


Paola Johana Martìnez Ortìz

jueves, 24 de mayo de 2012

En el barco equivocado



Dios no es protagonista de equivocaciones, nos confundimos para salvaguardar nuestra conveniencia, le echamos la culpa a las "supuestas equivocaciones" para justificar nuestro abordo en el barco aquivocado.

Nos resulta muy complicado seguir los planes de Dios porque preferimos tomar una ruta más tranquila y con menos riesgos, decisiones menos complejas nos hacen al otro lado de nuestro proposito; porque es màs facil seguir lo que vemos que caminar por fe, es menos desgastante tomar lo primero que tenemos al frente. ¿Para que complicarnos? Nos encanta espiritualizar todo !Fuera la religión !, y seÑalamos el camino de Dios como una ruta llena de excesos!

Y partió Jonas, enojado porque no estaba de acuerdo, ¿porque se habia ensañado Dios en enviarlo a Ninive? Cuestionaba, ¡èl estaba Muy cómodo! Y ahora tenia que ir a intentar salvar a unos rebeldes, ¡eso no tiene sentido!, ¡A mi no me parece! Y tal vez pensó como a veces nos sucede a muchos..." Dios està equivocado" eso no tiene que ver nada conmigo, mejor me monto a este barco.

Jonas 1:1-3 "1:1 La palabra del Señor se dirigió a Jonás, hijo de Amitai, en estos términos:
1:2 "Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y clama contra ella, porque su maldad ha llegado hasta mí".1:3 Pero Jonás partió para huir a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Bajó a Jope y encontró allí un barco que zarpaba hacia Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del Señor".


Tan obstinado estaba Jonás que PAGÒ su pasaje y huyò en aquel barco, talvez a hacer lo que el creia le convenia más, pero tuvo que sufrir las consecuencias de su equivocada decisión, cuando el capitàn de la nave supo que huìa de la presencia de Dios (Jonas 1:10), le echaron al mar para calmar su furia porque el mar se habia embravecido.


Tal vez igual que el mar tu situación hoy estè un poco removida por subirte a un barco aquivocado, la entrada en el despropòsito se vislumbra cuando sufrimos detrimentos en areas de nuestra vida en la consecución de "nuestros objetivos", lo podemos ver reflejado en areas como en la economia, la salud, la familia etc, cuando sentimos que hemos "pagado mucho" por haber tomado dichas decisiones.

El sindrome de Jonas consiste en "cuestionar a Dios" y Creer que "Dios te da opciones", muy apesar de que nuestro padre es grande en misericordia, èl nos presenta un tiquete gratuito a un barco llamado propòsito, diferente es cuando tomamos nuestra vida por nuestra cuenta, nada es gratuito, en ocasiones nos corresponde perder muchas cosas en el afan de seguir la vida a nuestra manera "nos correponde pagar un precio", y aunque creemos que la gratuidad de este tiquete implica muchas entradas y salidas, subidas y bajadas, Dios le ha puesto un sello irrevocable que ni el mismo intenta cancelar, aunque tengamos la posibilidad de subirnos a otro barco DIOS NO DA OPCIONES, la misma vida se encargará de echarte al mar y aùn en el vientre de un pez donde probablmente saldrás sucio y vomitado tienes la oportunidad de retomar el camino que Dios eligió para ti.

Si te sientes atrapado en el vientre del pez bien sea llamado (adulterio, alcoholismo, drogadicción,prostitución) cualquiera que sea el nombre del problema que te impide tomar el camino de Dios, recuerda que Dios te acepta en el estado que te encuentres, y està dispuesto a retomar su plan contigo.


Paola Johana Martìnez ortìz

viernes, 30 de marzo de 2012

Testigos de su presencia



Jurídicamente hablando, un testigo de referencia o "de oídas", es quien conoce de la ocurrencia de un hecho por lo que escucho de otro, él no ha visto, no le consta; solo repite lo que alguien dijo sin tener la certeza de que aquella tercera persona es un testigo presencial, es decir que estuvo presente cuando ocurrió tal hecho "lo vivió".

Aquella figura jurídica no tiene poder probatorio por si sola, requiere acudir a otro hecho relevante que fortalezca su Valor probatorio, como por ejemplo, evidencias encontradas en el sitio que aquel testigo mencionó, indicios graves que encaminen a la hipótesis planteada a convertirse en una tesis probable. Pero aunque se pueda dar lucidez al caso en especifico por medio de este testigo, siempre un Testigo Presencial de los hechos dejara sin importancia a un Testigo de referencia.

Job dijo: "De oidas te había oido, más ahora mis Ojos te ven" (Job 42:5)

En el ámbito espiritual requerimos ser mas presenciales que referenciales, no es lo mismo decir "me dijeron", que decir "yo lo viví", cuando somos testigos presenciales no necesitamos acudir a otro indico mas probable que encaje con nuestro testimonio; es mas simple llevar el convencimiento a otro cuando nosotros mismos lo hemos experimentado, sobra entonces cualquier referencia al respecto, basta con decir " yo estoy seguro porque lo viví" , yo fui testigo presencial,a mi no me contaron "mis ojos lo vieron",

Job lo describe de una manera tan clara cuando dice que lo conocia por que de otros habia escuchado, pero en ese momento había tenido un encuentro personal con Dios y pudo realmente verlo "conocerlo", la biblia no dice que Dios se le presento de manera visible, pero si se puede interpretar que de alguna manera se acababa de manifestar en su vida.


Dios se nos manifiesta como padre, como proveedor, como sanador etc, son tantas las facetas de nuestro todopoderoso que para cada necesidad el tiene una respuesta, pero ¿como dejar de ser testigos de oídas y convertirnos en unos genuinos testigos presenciales?, pienso que mejor manera es anhelar, ¡si!; desear su presencia, cuando queremos sentir a Dios en nuestras vidas procuramos sentirlo, verlo en cada ocasión por mas simple que parezca, empezamos a escucharlo en cada persona, a sentirlo como se siente la brisa en nuestra piel, pero sobre todo procuramos convertir cada situación difícil de nuestra vida en el escenario perfecto para que Dios se nos revele. Y es así como lo vemos, como lo conocemos.

Tal vez has pasado por circunstancias muy dificiles, que de alguna manera han logrado disminuir tu nivel de fe, entra la duda en nuestras vidas, comenzamos a buscarle un argumento a cada cosa, a querer convalidar cada palabra que nos han dicho, y ciertamente ha podido tocar a la puerta la incredulidad.. Pero depronto vienen a nuestra mente esos momentos especiales que nos cautivaron en su presencia, ese encuentro especial con Dios que marco nuestra vida en un antes y un después...eso, solamente eso nos hace permanecer firmes sobre lo que hemos creído, porque ya no Solo oímos de él, ahora somos testigos de su presencia, ya no necesitamos que alguien nos hable para fortalecernos, ahora nos mantenemos sobre la roca. Porque sabemos como encontrarla.


¡ Mis ojos hoy te ven Dios !


He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.Apocalipsis 3:20.

sábado, 3 de marzo de 2012

La mejor parte


A veces creemos que muchos nos han quitado lo que nos corresponde, nos despojan, nos humillan y a parte de eso nos tienen por menos, pero quizás un día veremos que al tratar de despojarnos nos hicieron un favor dejándonos la mejor parte.

Comparo esta situación con la persona que se encontró una piedra preciosa, pero la tiro en el camino porque no conocía el valor de ella, nunca la había visto y pensó que se trataba de solo una piedra, luego mas adelante la recogió alguien, la guardo; la exploto y saco de ella todo su brillo y esplendor.

Así nos sucede muchas veces en nuestro recorrido por la vida, nos encontramos personas que desconocen nuestro valor y nos desechan a medio camino , pero el que nos conoce desde antes de la fundación del mundo nos recoge en un momento determinado, nos guarda, nos pule, saca lo mejor de nosotros y luego nos envía para que el mundo disfrute de nuestro esplendor, de las riquezas que depositó en nosotros (Dones).

Nuestro destino está en manos del creador, pero a veces las circunstancias nos hacen pensar que terceros sin la mas mínima consideración tienen el control en parte de nuestras vidas, somos sometidos a presiones sentimentales, laborales; financieras, y en el peor de los casos sometidos por nuestros mismos lideres espirituales.

Pero aun allí esta Dios, vislumbrando el panorama de nuestra vida que él conoce perfectamente, aunque nuestra realidad sea otra, aunque recibamos rechazos, traiciones; calumnias, todas esas cosas contribuirán con el cumplimiento de nuestro propósito y es cuando una y otra vez Romanos 8:28 se hace una realidad en nuestra vida " Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".

Génesis 13: 10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.

11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

La promesa de Abraham está con los que hemos seguido el pacto con Dios, y vemos como a él lo persiguieron las bendiciones, y este es un ejemplo preciso al ver que aunque su sobrino Lot creyó escoger lo mejor, ciertamente la bendicion de Dios acompañó a Abraham a donde fue. Ni el sitio, ni las personas que en un momento dado nos acompañan definen el cumplimiento de nuestro propósito, lo único que nos asegura llegar con precisión a la meta es poner la mirada fija en Jesús "el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2)

Sea cual sea nuestra circunstancia no olvidemos que siempre nos quedaremos con la mejor parte "Jesús"



Escrito por: Paola Martìnez Ortìz

martes, 28 de febrero de 2012

El entrenador


No era que supiera mucho de fútbol, pero me incliné por hacer ciertas precisiones sobre aquel muchacho que parecía muy rápido con el balón, mientras me perdía en el va y ven de la pelota de fútbol, los ojos de mi padre quien era el entrenador de aquel prestigioso equipo de fútbol, se detenían sobre un muchacho flacucho que no tenia el más mínimo aliento para disparar un buen tiro libre. La estrella del partido terminó su show muy aplaudido de los espectadores y entre ellos "yo" , apagaron las luces, todos salían de aquel recinto menos mi padre y aquel muchacho "flacucho" quien sostenía una conversación con èl, hablaron unos largos minutos mientras yo esperaba a papá para acompañarnos a casa, luego se despidieron mi padre con tristeza en su rostro y aquel muchacho con un rótulo de confusión en su frente.


La verdad no suelo ser muy curiosa, pero aquella noche no pude callar mis ganas de saber ¡ que estaba pasando!, ¡ papá!, ¿porque tienes esa cara de horror?, " hija, de ver que muchos niños quieren entrar a mi escuela, pero este niño le estoy dando la oportunidad de enseñarle gratis porque no tiene recursos y simplemente no quiere, me dice que no sirve para eso, que hay mejores que él, que no le insista ", fue lo que me contestó papá caminando detenidamente y mirando hacia el cielo como quien busca un explicación.


Esa noche pasé meditando en el tema, en busca de proporcionarle ayuda a mi padre, recordaba aquel chico "super rápido y alto" y lo comparaba con aquel flacucho desanimado, en realidad no entendía porque mi padre teniendo a disposición aquel talentoso muchacho, estaba tras un chico que físicamente no reunía las condiciones para estar en el equipo de fútbol, y mucho menos cuando no mostraba la mínima intención de querer estar. Pero al indagar e ilustrarle a mi papá en un cuadro comparativo que tenìa la solución en sus manos, que había talento suficiente, que dejara de preocuparse, mi intención pasó a un segundo plano para recibir una buena enseñanza por parte del sabio "Entrenador".


"Es más ganancia para el maestro ayudar a alguien a descubrir su talento, que poner sobre el escenario a alguien talentoso, pues este ultimo atribuirá su éxito a lo que ya sabe, pero aquel que nada sabía siempre tendrá en sus labios al que le instruyó, ¡aquel que supera a los demás con su talento no necesita del trabajo del instructor!, concluyó diciendo mi padre..


2 Corintios 3:4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 3:5 no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios. Creo que al Apóstol Pablo le tocó la misma tarea que a mi papá, hacer entender a alguien que para hacer algo no se necesita nacer competente, le da un valor agregado a nuestro triunfo, el hecho de alcanzar lo que humanamente no podíamos, nos convierte en la carta de presentación de aquel que nos instruyó, que encontró en nosotros lo que todos"incluyéndonos" nunca habían visto,... y no es la meta el equilibrio entre la suficiencia e insuficiencia, la meta es iniciar la carrera y llegar sin fatigarnos, desesperarnos, ni mucho menos permitir que nos empujen a llegar, pues el que nos llamó es también nuestro instructor y quien nos equipa, es el encargado de correr la carrera por nosotros; pues ¡nuestra competencia proviene de Dios!, esto les insistió muchas veces el Apóstol Pablo a la iglesia de corintios, a quienes se les conocía como débiles en la fe y hasta ¡Rebeldes!, pero a quienes Pablo con amor, les instruyó y les instó en todo el recorrido a la carta a ellos enviada que perseveraran en la fe.


Entonces no necesitamos ser capacitados para ser capaces, pues nuestro instructor el Espíritu Santo de Dios nos forma, nos equipa para la obra del ministerio, es decir capacitàndonos para ser aquello que no decidimos ser, nos dota de todo lo que física e intelectualmente nos hace falta, porque es él morando dentro de nosotros, por lo tanto no somos nosotros, no es el conocimiento el que nos prepara, es el Espíritu Santo de Dios que se hace vivo dentro de nosotros. 2 Corintios 3:6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.


No desechemos la instrucción tratando de calificarnos, afligimos al espíritu cuando no reconocemos que el tiene todo poder para hacer lo que carnalmente no podemos, una cosa es ser humildes reconociendo que no merecemos y que por gracia recibimos, pero otro grado de incredulidad, es sentirnos incapaces aún cuando decimos tener a Dios con nosotros, ¿que clase de entrenador tenemos?, ¿el que se maravilla de lo fuerte o el que usa al débil para hacerse maravilloso?


1 Corintios 1:27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,


Escrito por:


Paola Martìnez Ortìz

lunes, 30 de enero de 2012

El contrato con el timonero



Un día como hoy nació aquel viajero, de su niñez se desconoce mucho, su presente suele ser muy impredecible, pero su futuro está seguro en las manos del timonero, quien conduce aquel barco que hace más de 8 años tomó en un puerto del Perú.


Su nombre es muy fácil recordar, difícil es pronunciarlo, y probablemente se pueda confundir con el de algún personaje nórdico de la historia, porque suele ser muy común entre su cultura; aunque indudablemente el nombre del personaje de esta historia es inolvidable desde aquel día que quedó en el diario del timonero.


Probablemente había recorrido muchos kilómetros por tierra y mar en busca de algo que él desconocía, había hallado historias sorprendentes junto a su inseparable tabla de surfear, experiencias que enriquecían de alguna manera el historial de su pasaporte. Tal vez se había topado muchas veces con algún puerto cercano donde decidió subir a cualquier barco para conocer la otra orilla, o tal vez para sentir la dulce brisa golpear su rostro al navegar en altamar……. Pero el viajero insistía en que había algo más, había algo que debía existir que justificara tanto tiempo de viaje sin una anclada permanente, tal vez aquel tesoro escondido del que había escuchado en cualquier historia.


En una de sus travesías ancló en puerto latino donde conoció al Gran timonero, a ese caballero cálido y sencillo que consigue captar la atención hasta del más distraído cuando se le escucha hablar, el viajero se sintió tan identificado con aquel hombre libre de todo protocolo, diferente del que le habían descrito, tanto fue la conexión entre ambos, que a la primera invitación decidió subirse al inmenso barco bien llamado “Libertad”. Se perdía entre largas horas escuchando las sorprendentes historias de aquel timonero, fueron pasando días, meses y años y no sintió necesidad de iniciar otro viaje, se quedó viviendo sobre las aguas dentro del inmenso barco, con la intención de conocer las profundidades, porque había descubierto la plena existencia de aquel tesoro que nunca había estado escondido.

El timonero se convirtió en su amigo y confidente, en su guía e instructor, quien le enseñó a conducir aquel barco con la condición de que nunca trataría de ser el primero al mando, fue así como siguieron en el largo viaje; el timonero con el propósito de llevarlo a un destino conocido y el viajero con la confianza de que anclaría en un puerto seguro y definitivo, así fue conociendo de los misterios de las profundidades y del equilibrio sobre las aguas, aunque esto para el viajero sueco no era algo nuevo, pues por mucho tiempo se pudo mantener sobre las aguas mientras surfeaba y esto ilustrativamente podría representar la "fe", poder mantenerse sobre las aguas con el conocimiento de que el descuidarse podría hacer perder el equilibrio, por lo que todo esto se le hizo muy familiar.

Así fue creciendo la tripulación “libertad” con el timonero al mando de la nave y el viajero, que se había vuelto experto ayudando a otros a subir al gran barco, y siguieron en el largo viaje donde el destino para unos, no es el mismo para otros pero todo el tiempo tiene el mismo Capitán.


Inspirada en la historia de un valioso hombre que dejó lo tangible del mundo por seguir lo intangible y sobrenatural del Reino de Dios, y hoy navega sobre las aguas junto con la tripulación de vida.


Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías 29:11


Escrito por: Paola Martìnez Ortìz