Por: Alejandro Rutto Martínez
El pastor Sigilfredo Silva Torres nació el 20 de enero de 1.939 en la Calle Concordia de El Banco, departamento del Magdalena, en el hogar conformado por Juan Silva Romero, agricultor y obrero urbano y Alicia Torres, quien se dedicó por entero a la crianza de sus siete hijos.
Cuando cumple los siete años deja su tierra natal y se traslada con sus padres a El Peñoncito, en el departamento de Bolívar, en donde la familia se dedica a labores agrícolas. Unos años después regresa junto con su señora madre y sus hermanos. Su padre en cambio viaja a Barrancabermeja en donde se vincula a la empresa Shell Cóndor de Colombia para desarrollar cualquier oficio que se le pida.
Cuando cumple 11 años de edad sigue los pasos del padre y viaja a Barrancabermeja. Allí consigue trabajo como caddy en el club Miramar en donde conoce a Dídimo Amaya, celador de ese lugar, quien le habla por primera vez de Jesucristo. Al mismo tiempo una vecina, de nombre Rosa Campo, le habla a don Juan Silva del poder redentor de Cristo y, prácticamente al tiempo, padre e hijo, deciden entregar su vida al Hijo de Dios. Una Biblia comprada por el señor Juan se convierte en el libro de lectura predilecto y en la mayor entretención de aquellos días.
El primer amor en el evangelio se produce en la Iglesia Cuadrangular de Barrancabermeja, en donde conoce también a los misioneros José y Virginia Knapp y a José Silva Hernández, quienes hacen parte de uno de los primeros grupos de evangelistas enviados por la Iglesia Cuadrangular Colombia.
Un poco después la señora Alicia Torres llega a la ciudad y la familia inicia de ésta manera un nuevo ciclo de unidad y máximo compartir de su amor.
En 1.952 Sigilfredo baja a las aguas bautismales y permanece en el departamento de Santander hasta 1.954 cuando el jefe de la familia cambia de oficio y se dedica a la pesca lo que obliga al traslado de la familia a Tamalameque, a orillas del Río Magdalena, en el departamento del Cesar. Permanecen en este lugar hasta 1.960, año en el que Juan Silva parte con el Señor, y la el núcleo familiar retorna a Barrancabermeja. Por ese entonces Sigilfredo consigue emplearse en un taller de hojalatería, de donde pasó a un aserradero, como ayudante de la máquina sinfín. Las pocas horas libres que le deja su trabajo lo emplea en su trabajo en la evangelización y servidor en el templo.
Obrero de tiempo completo
En esas estaba cuando los directivos de la iglesia lo llaman para trabajar de tiempo completo en la obra en labores de visitación y evangelismo. Fue una alegría enorme convertirse en un obrero del Señor. Mientras crecía como servidor se presentaron dificultades en la familia.
Varado en Cartagena
Por esa causa la misión decide trasladarlo para atender la iglesia de Isla Fuerte, cerca de Cartagena a la cual nunca llegará debido a una serie de incidentes. El mal tiempo y la falta de transporte hacia su destino final lo obliga a quedarse en la capital de Bolívar , en donde el supervisor distrital Laureano Medina le solicita que se vaya a trabajar en San Bernardo del Viento. Con la maleta lista para el viaje, llega un pastor de Barrancabermeja, el hermano Benigno, dispuesto a servir en la obra. El supervisor Medina considera que éste hermano, por ser casado y padrte de familia, tiene mayor necesidad económica y por esto le pide al hermano Sigilfredo que espere otra oportunidad.
Empacó sus maletas de nuevo y con mucha paciencia, esperó su tiempo, a orillas del Mar Caribe, frente a las murallas de Cartagena y el Castillo de San Felipe.
En esas estaba cuando se produce una entrevista entre el supervisor Laureano Medina y el misionero Juanito Firth. Ésta conversación cambiaría la vida del joven evangelista varado en la ciudad de Pedro de Heredia. “Don Juanito”, como era llamado el misionero inglés, conocía a Sigilfredo desde los días de Barrancabermeja, a donde había ido en viaje de misiones. Por conocerlo como buen trabajador solicitó que se le enviara a Barranquilla por un tiempo, para remplazar a un joven que le ayudaba en los quehaceres de la iglesia y que en los últimos días había pedido salir de Barranquilla.
Su arribo a Barranquilla
Llegó a la Iglesia Cuadrangular Central de Barranquilla en donde se encargaba del departamento de “todología”: realizaba instalaciones eléctricas, reparaba aparatos, mejoraba el mecanismo de los sanitarios y redes de agua. Además se encargaba de instalar el sonido en los tiempos de campaña y en los cultos regulares. Sus conocimientos de agricultura sirvieron para que ayudara en labores de campo como cuidar las aves de corral y el cultivo de abejas con que en ese entonces contaba la iglesia.
Todas sus faenas las combinaba con la terminación de los estudios bíblicos iniciados años antes en Barranca y con la predicación de la Palabra en las iglesias Central, Carrizal y El Bosque. También colaboró en los inicios de la iglesia de La Paz, en donde además de su trabajo evangelístico, ayudó en la construcción del nuevo templo. Junto a él trabajaba el evangelista Carlos Jiménez y con los misioneros trabajaba cierta joven, nacida en El Retiro, municipio de Magangué, en el departamento de Bolívar, con quien entabló una linda amistad. Con ella hizo una gran relación, aunque en la pupila de sus ojos se veían las primeras chispas de un sentimiento superior: el fuego poderoso del amor encendía sus primeras llamas entre los dos
Al presentarse las vacaciones del hermano Juanito, Sigilfredo junto a Carlos Jiménez, quedan a cargo de la iglesia Central. Corren los días del año 1.964.
Matrimonio con Vicky
En el mes de marzo de 1.966 el amor se consuma delante del altar de Dios cuando Sigilfredo Silva y Victoria Meza deciden unir sus vidas en el sagrado vínculo del matrimonio en ceremonia oficiada por el ministro Carlos Jiménez. El gran acontecimiento ocurre el viernes 11 de marzo a las 9 de la noche en la Iglesia Central de donde la pareja y sus familiares se trasladan a la recepción en la casa del hermano Alexander Martínez en el barrio La Victoria (Calle 41 con carrera 14) en donde se celebró una gran fiesta amenizada por el trío “Luz y Gozo de Cristo”, originario de Bogotá y una de las agrupaciones pioneras de la música cristiana en Colombia y que por esos días se encontraba realizando una gran campaña en Barranquilla. Victoria debió casarse con el vestido que le prestó una amiga que se había casado también por esos días, pues el suyo, enviado desde Estados Unidos por don Juanito y su esposa Jean, no llegó a tiempo. La nueva pareja se instala en una casa dentro del área perteneciente a la iglesia Central.
Regreso de don Juanito
Don Juanito regresa a Barranquilla, Carlos Jiménez se marcha a otras latitudes y Sigilfredo pasa a convertirse en la mano derecha del veterano misionero. Al ser ordenado pastor es elegido supervisor distrital, luego de desempeñarse como supervisor zonal. Su nuevo cargo le permitió ser miembro de la directiva nacional en representación del distrito. En su primer año como directivo nacional es nombrado Secretario de Actas. Por esa época se desempeña como secretario ejecutivo de la directiva nacional y más adelante es escogido, como el primer presidente nacional por elección de la convención de pastores y delegados. Es de anotar que nunca buscó estos cargos, pero los pastores vieron en él el candidato ideal, por lo que puede decirse que fueron los cargos los que lo buscaron a él.
Pastor de la Iglesia Central
Los “Juanitos” abren una obra en Bogotá y para atenderla viajan con cierta frecuencia a esa ciudad, hasta que finalmente deciden radicarse en la capital y nombran como pastores a Sigilfredo Silva y Victoria Meza.
El Distrito Norte crecía poco a poco. Además de las iglesias de Barranquilla existían obras en Santa Marta, Ciénaga, Mompox, Suan, Santa Lucía, Campo de la Cruz y la Sierra Nevada, Maicao y Riohacha. Después la organización se extiende y llega a ochenta iglesias a principios de la década de los noventa. Posteriormente el distrito se multiplica y se crean otros dos para facilitar la administración del creciente número de iglesias y pastores, Nacen de esta manera los Distritos Tayrona y Provincia con sus sedes principales en Santa Marta y Valledupar, respectivamente.
El potente ministerio radial
En el año 2.000 el Distrito Norte, antes de multiplicarse, hace un gran esfuerzo para fortalecer el ministerio de la predicación radial. Es así como compra la “Voz de la Patria” una de las más antiguas de Barranquilla y se le re bautiza con el nombre de la “Voz de la Patria Celestial”.
Desde entonces sus micrófonos ha sido utilizados de manera exclusiva para difundir programas evangelístico durante las 24 horas del día, y hoy está posicionada como una de las estaciones de más audiencia de Barranquilla. Además su noticiero ocupa uno de los primeros lugares de sintonía en todo el departamento del Atlántico y su área de influencia.
La familia, el mayor regalo de Dios
El matrimonio con Victoria Meza ha sido pleno de felicidad y hoy goza de una hermosa familia conformada por sus hijos Esteban, casado con Naidú Rodríguez, y padre de Luis Felipe y Esteban Junior; Rebeca, casada con Gregorio Meza y madre de Jessika y Daniel; Sigilfredo Junior, casado con Leyla Yánez Portilla y padre de Jonathan, Angy y Julián; Jonathan, casado con Janet Patricia Buelvas, padre de Valeria e Isabella.
Hijos espirituales de gran trayectoria
Una gran mayoría de los pastores cuadrangulares de la Costa Atlántica son hijos espirituales de la Iglesia Central de Barranquilla como Fernando Fernández, Alcides Salas y señora, René y Aurora Peña, Carlos Hincapié, Santander Ortega, Reynel Castro y Álvaro Padilla. Otros son hijos espirituales del “hermano Sigi”, entre ellos los hermanos Iván y Reynel Castro, Humberto Sanso, José Soto, Jesús y Marina Góngora, Leonardo González, Cayetano Carbonó y Flor Sánchez. La lista es amplia y el pastor tiene temor de olvidar nombres, razón por la cual ofrece disculpas anticipadas por las lamentables omisiones que haya cometido.
Asesor administrativo y Apóstol de la obra
Desde el año 2.004 decidió pensionarse y entregó el cargo de pastor principal a su hijo Sigilfredo Junior y pasa a constituirse en un activo asesor administrativo y espiritual en cumplimiento de su cargo de Consejero, aunque en la práctica todos lo consideran como un verdadero apóstol del siglo XXI.
Buen trabajo, cosas que no sabiamos del Pastor Sigi....gracias
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