viernes, 26 de agosto de 2011

El fuego que me hace fuerte


Cuando dices ¡ ya no puedo más!, ¡ ya estoy cansada!, no podré, no podré; me quedó grande esto, ..... es cuando Dios te dice "así era que necesitaba que estuvieras para poder glorificarme" entenderás que la batalla es mía y que le gloria que vivirás no la conseguiste por tus fuerzas ni por hombre sino porque yo me manifesté en tu debilidad y te hice FUERTE.... es entonces cuando Dios te dice. Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.. Que diga el débil ¡fuerte soy! porque cuando los demás dicen que no puedes, que no estás calificado Dios dice "eres el candidato ideal!

En esas condiciones me encontraba, la que persistía en darle ánimo a otros hoy no se parecía en nada a la consejera ideal, me sentía como aquel cubito de hielo que ponen delante del fuego, tan débil, tan débil a punto de derretirse, ¿y quién me daba aliento? , yo era el hielo no me podía derretir delante de la gente que anhelaba una palabra de esperanza de mi boca.

Pero ahí estaba, sintiendo como me derretía poco a poco con el potente fuego, con la insoportable tención. El trabajo a medias, resolviendo problemas de mis clientes cuando no tenía ni idea como resolver los míos….. ¿y quién me puede ayudar? , no era precisamente el Chapulín colorado , nadie me podía ayudar, porque el hielo tenía que derretirse por completo.. Era doloroso pero necesario… sentía como se escapaba cada gota, cada gota de aquel “cubito” de hielo, ¡porque hasta eso! Pequeñito si se sentía, y yo más pequeña que aquel cubito de hielo; y aquel fuego que abrazaba pero no mataba.. Descubrí que aquel fuego restauraba, que mientras más me derretía, más me hacía débil, y mientras más me hacía débil, más fuerte era Dios en mi, ¡más dominaba Dios mi vida! Porque ya no tenía fuerzas y me había convertido en una candidata perfecta para recibir ayuda “para recibir la ayuda de Dios”, entonces ¡ya no sería yo! Ya era Dios en mí, ¡que excelente noticia!, no tenía que hacer nada porque estaba incapacitada para ello, pero lo haría Dios por mí, ¿y frente a él quien?

No te puedo decir que no llores, que te deje de doler, lo que si te puedo decir es que a veces Dios necesita que estés vulnerable, porque no solo lo estarás ante las situaciones, ante la adversidad, sino que también estarás vulnerable ante su presencia. 2 de Corintios 12:9 Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte., hoy entendí perfectamente que es necesario que el hielo que hay en nosotros sea derretido por el fuego de Dios, se necesita ser débil para que Dios pueda ser fuerte en nosotros, SE NECESITA NO PODER HACER NADA PARA QUE DIOS PUEDA HACER “TODO”

Bendiciones,

Paola Johana Martínez Ortiz

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