miércoles, 26 de octubre de 2011

El premio a la determinación




















Hay decisiones que nos restan, otras que nos suman, muchas aunque sean buenas tienden a limitar nuestro querer y sentir en un espacio de tiempo, pero hay otras que definitivamente son determinantes en nuestra vida. Podemos vernos influenciados en la toma de nuestras decisiones, y no es negativo esto, pues la misma palabra de Dios nos dice en el libro de Proverbios 24:6 Porque con ingenio harás la guerra y en la multitud de consejeros está victoria. ¿Pero qué pasa cuando los consejos aunque no son malos nos limitan dentro del plan de Dios para nuestras vidas?, nos quedamos entre tomar los consejos y no pasar por autosuficientes o inclusive desobedientes o de arriesgarnos por nuestra cuenta a pesar de las críticas, con la fe que demostraremos que no nos equivocamos al dejarnos guiar por nuestro sentir.

Una mujer que nos da un gran ejemplo de ellos se llamó Rut, personaje bíblico, y veremos cómo manejó una circunstancia compleja, y cuál fue la consecuencia de su determinación: Rut 1: 16 – 18 /1:16 Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 1:17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.1:18 Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más. Noemí suegra de Rut, había perdido a su marido y a sus Dos hijos, convirtiéndose Rut en viuda de uno de estos y Orfa viuda del otro.

Las obedientes nueras habían decidido seguir a su suegra Noemí cuando tomó la decisión de regresar a su tierra de la que había partido hacía más de diez años, pero la biblia nos relata que Noemí dentro de la sabiduría humana les dio un consejo a sus dos nueras Rut 1: 1:12 Volveos, hijas mías, e idos; porque yo ya soy vieja para tener marido. Y aunque dijese: Esperanza tengo, y esta noche estuviese con marido, y aun diese a luz hijos, 1:13 ¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. Una respuesta con todo el sentido del mundo, era muy lógico, ella estaba pensando en el bien de sus nueras por amor a ellas; esto no era contrario a la palabra de Dios es más, ellas estaban en todo su derecho de rehacer sus vidas porque habían quedado viudas muy jóvenes y Noemí ya no tenía más hijos que pudieran asegurar la descendencia de ellas, por lo que Orfa obediente acepto el consejo de Noemí y se despidió de ella para seguir su camino; pero Rut aunque no acogió el consejo de su suegra, sino que por amor tomó la decisión de permanecer junto a ella, su conducta no podría endilgarse a la de una desobediente, pues aunque no tomó el consejo este no tuvo un efecto negativo, por lo contrarió estuvo fundado en el profundo amor y agradecimiento que sentía por Noemí.

Decisiones como esta aunque su aceptación no esté basada en un efecto negativo pueden traernos consecuencias a nivel personal, nos convertimos en el tema predilecto de conversación de aquellos que aunque bien piensan de acuerdo a su experiencia, no entienden que siempre dentro de nosotros va a haber un querer hacer algo, que aunque desconocemos; sentimos que será plataforma para el lanzamiento en alguna área de nuestra vida. Es entonces cuando entramos en el conflicto del ¿Qué hacer?, si agradamos a los demás para cortar sus críticas que se tornan tan pesadas, o si nos dejamos guiar en lo que nuestro corazón confía, sabiendo que si en nuestro corazón está Dios, él nos guiará con sabiduría y no nos dejará tropezar.


Bueno en este caso , fue tan firme la determinación de Rut, que su suegra terminó aceptándola y decidió brindarle su apoyo, y fue así como al permanecer junto a su suegra, conoció un pariente cercano de Noemí y está misma volvió a aconsejar a Rut para que se convirtiera en la esposa de aquel hombre llamado Booz, y de esa unión Dios les concedió un hijo al que le pusieron por nombre Obed, quien fuera el abuelo del Rey David y a cuya descendencia pertenece nuestro salvador Jesús, Rey de reyes y señor de señores.

¿Qué hubiese pasado si Rut de la misma manera que Orfa no hubiese insistido, no se hubiese plantado firme en su determinación?, pues la cuestión no es recaer en conjeturas, pues solo sabemos lo que conocemos, y de ello predicamos, pero yo concluyo que el premio a la osada determinación de Rut fue que a pesar de ser ajena al pueblo de Israel tuvo el privilegio de ser contada dentro de la genealogía de Jesús.

Cuantas decisiones no estamos por tomar?, sobre cuántas de ellas no estará el giro inesperado de nuestras vidas?, sólo Dios conoce nuestro propósito; él cual es revelado a nosotros mismos si estamos atentos a su voz, por muy buenos consejos que se nos brinden, aunque es de sabios escucharlos y respetarlos, debemos permanecer en lo que Dios ha colocado en nuestro corazón, cuando hemos confirmado que proviene de su santa voluntad.

Si Dios te habla créele a él, aunque buenos sean los consejos del hombre, aunque Dios los use para confirmarnos en ocasiones lo que primeramente nos ha sido revelado, tenemos que poner nuestra mirada fija en Dios para no desenfocarnos de nuestro propósito, el hombre se puede equivocar pero Dios jamás, y al final siempre nuestras decisiones si no han sido equivocadas reflejarán el respaldo de Dios.

Seamos determinadores de decisiones pequeñas y de grandes decisiones que salgan del corazón de Dios y sean sembradas en nuestro corazón, pues la palabra del señor nos enseña en Job 22:28 “Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz”. Rut pudo haber desistido, por no contradecir a su suegra o lo que es peor para no ser víctima de las críticas que seguramente obtuvo por parte de quienes no entendían su decisión, pero ella permaneció firme y la extranjera hoy es contada como uno de los personajes de más trascendencia dentro de las sagradas escrituras.


Escrito por : Paola Johana Martínez Ortíz

lunes, 17 de octubre de 2011

Como Isaac encontró a Rebeca


Explicaré las razones por las cuales me guío para encontrarte, bueno en realidad se resume en una sola, pero las expondré de acuerdo a un pasaje bíblico que en lo particular me gusta mucho. Génesis 24: 12-26, La mencionada cita trata de la escogencia de la esposa de Isaac, la escritura narra que aquel siervo pidió ciertas señales a Jehová, de las cuales la definitiva era que aquella doncella que él escogiera para esposa del hijo de su amo le ofreciera también agua para sus camellos.


Amado mío como lo habrás leído muchas veces, Rebeca hizo exactamente lo que aquel siervo esperaba, y aún más;pues también le ofreció comida para sus camellos. El punto al que quiero llegar ,no es a decirte que Rebeca fue muy generosa y que por eso se ganó la confianza de aquel siervo, pues es cierto y eso lo sabe todo aquel que lee esa cita bíblica, solo que yo quiero agregarle algo que he concluido. Rebeca tenìa completamente claro que una buena oportunidad para agradecer a Dios por todo es el momento en el que tenemos la oportunidad de “Dar”, cuando damos; no solo lo debemos hacer porque es bueno, o porque de lo que se siembra se cosecha, sino que si por gracia hemos recibido, también por gracia debemos “Dar”, y es la manera más hermosa de demostrar amor a Dios, Cuando damos, estamos adorando al Padre; Damos dinero, Damos de nuestros dones, pero también damos amor.


Rebeca era una dadora “alegre” porque todo aquel que dé sin mirar quien se lo merece o no está dando con gozo,entrega porque sabe que así como Dios nos da su amor inmerecido así debemos retribuirlo, entonces tendremos un corazón agradecido.


Aquel siervo escogió a Rebeca porque discernió que si era capaz de sacar muchisimas veces agua de aquel pozo para llenar cantaros hasta saciar cada camello con 40 litros de agua, y aún darles alimento, está mujer sin duda alguna sería capaz de amar con todo su corazón a Isaac, pues el que da generosamente ama mucho a Dios. Yo he puesto en ti mis ojos no solo porque atraigas físicamente, no solo porque me imagino lo que podríamos hacer por la obra juntos, me he fijado en tì porque he sentido como amas al padre, tu corazón está repleto de un profundo amor por él; que si dieras amor una y otra vez nunca se te acabaría.Te he escogido porque si amas a Dios me podrías amar a mí, si amas de esa manera a Dios amarías mucho a nuestros hijos, si amas, si amas, si amas, ¿Qué más le puedo pedir a Dios?.


Porque no te conozco, no sé cómo es tu temperamento, no conozco ni siquiera el olor de tu perfume, no sé qué te gusta y lo que no; y suena un tanto incierto, quizás hasta un poco extraño, pero así resultan a veces las cosas de Dios para nosotros. Pero lo que conozco por ahora me resulta suficiente, sé que amas al padre y eso le quita un gran peso a mis miedos, porque estoy segura que un corazón agradecido a Dios como el que tú tienes , sobreabunda en amor para el prójimo.


Isaac amó a Rebeca no por vista sino por fe y consolidó el sueño del padre.


Oraré al padre para que te envié mi Isaac a la casa de tu Rebeca




Paola Martínez Ortíz

" El misterio del Elefante "








Randy, un joven elefante ¡muy vigoroso!, había nacido en Okavango un río muy caudaloso del África; río muy reconocido por sus zonas lluviosas, sitio en el cual abundan los elefantes. Randy había sido capturado para ser trasladado a un circo que funcionaba en una importante ciudad de África. Emmanuel un niño muy astuto que no se perdía ninguna de las funciones del ilustre circo, tenía varios días tratando de descifrar un misterio; el niño iba al circo a ver a Randy como estaba atado a una pequeña estaca, Emmanuel no entendía como un animal con tanta fuerza que podía arrastrar hasta un árbol muy grande, permanecía atado a una pequeña e insignificante estaca sin hacer el más mínimo intento por escaparse.

Emmanuel Kengne, un personaje muy curioso como caracteriza a todos los niños a la edad de 11 años, había decidido sumergirse en la aventura investigativa, el niño confiaba en la sabiduría de sus mayores, y no había adulto que pudiera pasar desapercibido sin que Emmanuel le preguntara: ¿Cuál es el misterio del elefante?, ¿porqué siendo tan fuerte no se puede soltar de esa pequeña estaca?.

Emmanuel no doblegó ante los intentos fallidos por obtener respuesta, hubo alguien que le dijo: “el elefante no se desata de la estaca porque está domado”, respuesta que no fue satisfactoria para el intrépido niño, quien le contrainterrogó: ¿si está domado, entonces porque tienen la necesidad de atarlo?, pues se supone que un animal domado obedece a las exigencias de su domador.

Intentos e intentos fallidos, nadie daba una respuesta acertada, hasta que un día encontró a un anciano monje de esa región quien sabiamente respondió a su compleja pregunta. El monje le manifestó al niño que sencillamente Randy el elefante no intentaba soltarse de la pequeña estaca porque era un objeto que reconocía desde que estaba pequeño, el elefante desde niño había permanecido atado a esa insignificante estaca, pero antes no tenía la fuerza que poseía ahora, esa pequeña estaca delante del bebé elefante parecía un enorme árbol, el pequeño Randy intentó muchas veces soltarse de aquella estaca, ý a pesar de todo su esfuerzo no pudo, era ciertamente muy fuerte para él. Dijo el anciano al niño: “me imagino que el pobre elefantito se cansaría de tirar y tirar aquella estaca, hasta que se durmió cansado y al día siguiente pensaría ¿para qué intentarlo si nunca podré?, y por esta razón aunque hoy es un joven elefante con mucha fuerza y podría derribar hasta un enorme árbol, no intenta soltarse de la diminuta estaca sencillamente porque desde entonces no ha querido VOLVER A INTENTARLO.

Sí, ahora el desconoce que posee la fuerza suficiente para tirar de la diminuta estaca y soltarse, pero “ÉL NO QUIERE INTENTAR”, “CREE QUE NO PUEDE”, Randy tiene la imagen de aquella fuerte estaca que un día no lo dejó desatarse y cree que perderá su tiempo intentándolo.

Así somos cada uno de nosotros, caminamos por la vida atados a diminutas estacas que en un tiempo no pudimos derribar, vivimos atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Pensamos en muchas cosas y decimos “ NO PODEMOS”, sólo porque una vez intentamos y no nos fue posible. Nos enclaustramos en ese difícil y penoso momento, sólo guardamos en nuestra mente “No Puedo………. Es más Nunca podré”, y nunca nos enteraremos de la fuerza que tenemos ahora para derribar si no lo intentamos de nuevo.

¿Que estacas tienes que derribar?, ¿qué has dejado de hacer porque piensas que no puedes?, TE INVITO A QUE HOY LO INTENTES Y NO TE DES POR VENCIDO, PORQUE SÓLO ES UNA DIMINUTA ESTACA, ES MUY PEQUEÑA DELANTE DE TI.

¡Ánimo, eres un vencedor!

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, Filipenses 4:13



Paola Martínez Ortíz