viernes, 30 de marzo de 2012

Testigos de su presencia



Jurídicamente hablando, un testigo de referencia o "de oídas", es quien conoce de la ocurrencia de un hecho por lo que escucho de otro, él no ha visto, no le consta; solo repite lo que alguien dijo sin tener la certeza de que aquella tercera persona es un testigo presencial, es decir que estuvo presente cuando ocurrió tal hecho "lo vivió".

Aquella figura jurídica no tiene poder probatorio por si sola, requiere acudir a otro hecho relevante que fortalezca su Valor probatorio, como por ejemplo, evidencias encontradas en el sitio que aquel testigo mencionó, indicios graves que encaminen a la hipótesis planteada a convertirse en una tesis probable. Pero aunque se pueda dar lucidez al caso en especifico por medio de este testigo, siempre un Testigo Presencial de los hechos dejara sin importancia a un Testigo de referencia.

Job dijo: "De oidas te había oido, más ahora mis Ojos te ven" (Job 42:5)

En el ámbito espiritual requerimos ser mas presenciales que referenciales, no es lo mismo decir "me dijeron", que decir "yo lo viví", cuando somos testigos presenciales no necesitamos acudir a otro indico mas probable que encaje con nuestro testimonio; es mas simple llevar el convencimiento a otro cuando nosotros mismos lo hemos experimentado, sobra entonces cualquier referencia al respecto, basta con decir " yo estoy seguro porque lo viví" , yo fui testigo presencial,a mi no me contaron "mis ojos lo vieron",

Job lo describe de una manera tan clara cuando dice que lo conocia por que de otros habia escuchado, pero en ese momento había tenido un encuentro personal con Dios y pudo realmente verlo "conocerlo", la biblia no dice que Dios se le presento de manera visible, pero si se puede interpretar que de alguna manera se acababa de manifestar en su vida.


Dios se nos manifiesta como padre, como proveedor, como sanador etc, son tantas las facetas de nuestro todopoderoso que para cada necesidad el tiene una respuesta, pero ¿como dejar de ser testigos de oídas y convertirnos en unos genuinos testigos presenciales?, pienso que mejor manera es anhelar, ¡si!; desear su presencia, cuando queremos sentir a Dios en nuestras vidas procuramos sentirlo, verlo en cada ocasión por mas simple que parezca, empezamos a escucharlo en cada persona, a sentirlo como se siente la brisa en nuestra piel, pero sobre todo procuramos convertir cada situación difícil de nuestra vida en el escenario perfecto para que Dios se nos revele. Y es así como lo vemos, como lo conocemos.

Tal vez has pasado por circunstancias muy dificiles, que de alguna manera han logrado disminuir tu nivel de fe, entra la duda en nuestras vidas, comenzamos a buscarle un argumento a cada cosa, a querer convalidar cada palabra que nos han dicho, y ciertamente ha podido tocar a la puerta la incredulidad.. Pero depronto vienen a nuestra mente esos momentos especiales que nos cautivaron en su presencia, ese encuentro especial con Dios que marco nuestra vida en un antes y un después...eso, solamente eso nos hace permanecer firmes sobre lo que hemos creído, porque ya no Solo oímos de él, ahora somos testigos de su presencia, ya no necesitamos que alguien nos hable para fortalecernos, ahora nos mantenemos sobre la roca. Porque sabemos como encontrarla.


¡ Mis ojos hoy te ven Dios !


He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.Apocalipsis 3:20.

sábado, 3 de marzo de 2012

La mejor parte


A veces creemos que muchos nos han quitado lo que nos corresponde, nos despojan, nos humillan y a parte de eso nos tienen por menos, pero quizás un día veremos que al tratar de despojarnos nos hicieron un favor dejándonos la mejor parte.

Comparo esta situación con la persona que se encontró una piedra preciosa, pero la tiro en el camino porque no conocía el valor de ella, nunca la había visto y pensó que se trataba de solo una piedra, luego mas adelante la recogió alguien, la guardo; la exploto y saco de ella todo su brillo y esplendor.

Así nos sucede muchas veces en nuestro recorrido por la vida, nos encontramos personas que desconocen nuestro valor y nos desechan a medio camino , pero el que nos conoce desde antes de la fundación del mundo nos recoge en un momento determinado, nos guarda, nos pule, saca lo mejor de nosotros y luego nos envía para que el mundo disfrute de nuestro esplendor, de las riquezas que depositó en nosotros (Dones).

Nuestro destino está en manos del creador, pero a veces las circunstancias nos hacen pensar que terceros sin la mas mínima consideración tienen el control en parte de nuestras vidas, somos sometidos a presiones sentimentales, laborales; financieras, y en el peor de los casos sometidos por nuestros mismos lideres espirituales.

Pero aun allí esta Dios, vislumbrando el panorama de nuestra vida que él conoce perfectamente, aunque nuestra realidad sea otra, aunque recibamos rechazos, traiciones; calumnias, todas esas cosas contribuirán con el cumplimiento de nuestro propósito y es cuando una y otra vez Romanos 8:28 se hace una realidad en nuestra vida " Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".

Génesis 13: 10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.

11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

La promesa de Abraham está con los que hemos seguido el pacto con Dios, y vemos como a él lo persiguieron las bendiciones, y este es un ejemplo preciso al ver que aunque su sobrino Lot creyó escoger lo mejor, ciertamente la bendicion de Dios acompañó a Abraham a donde fue. Ni el sitio, ni las personas que en un momento dado nos acompañan definen el cumplimiento de nuestro propósito, lo único que nos asegura llegar con precisión a la meta es poner la mirada fija en Jesús "el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2)

Sea cual sea nuestra circunstancia no olvidemos que siempre nos quedaremos con la mejor parte "Jesús"



Escrito por: Paola Martìnez Ortìz